top of page

Atiende, ama, abraza y sana a tu niña interior


En una tarde fría de lluvia me acerqué a la ventana de mi casa y pude observar cómo los pájaros disfrutaran de las gotas de lluvia, ver el pasto húmedo y apreciar cómo algunas gotas caían en el mismo lugar formando agujeros en el suelo. Fue en ese momento en que, recordé que eso era uno de los espectáculos naturales que más gustaba de observar en mi niñez.


A pesar de que mi niñez no fue tan hermosa como quise, sobresalieron más recuerdos en los que sonreía y disfrutaba de las cosas más sencillas como: columpiarme en las ramas de algunos árboles pequeños, andar en bicicleta, hacer obras con lodo (tierra mojada), jugar bajo la lluvia.


Observar bellos atardeceres, reunirme con mis hermanos y hermanas y gritar tan fuerte para escuchar el eco de los sonidos, comer fruta, cantar, reír, bailar entre otras alegrías. Fue en ese momento en que comprendí que mi niña interior estaba en mí aún y necesitaba comunicarse conmigo.






Por lo regular, al llegar a la juventud y en la edad adulta, nos olvidamos de esa llamita “niña interior” y nos afanamos tanto en nuestras labores diarias, dígase trabajo, estudio, obligaciones en el hogar, negocios, las crisis económicas, perdidas familiares entre otras razones, y perdemos el sentido de la vida, aquel con cuyo ojos de inocencia y emoción veíamos tanto esplendor y nos maravillábamos de lo más simple.


Por ejemplo, el recorrido de una mariposa al volar, el canto de los pájaros, los saltos juguetones de una cría de una vaca, el sonido de ríos y riachuelos, las fogatas en el campo, vivir sin preocupaciones, jugar con la mascota, observar las formas de las hojas más pequeñas que caían de los árboles, una lectura nocturna junto a nuestros padres o abuelos, un beso de buenas noches, observar el cielo; la formas de nubes y las estrellas en la noche.


¿A qué voy con todo esto?


Pues a que ya es tiempo que dejemos de esconder a la niña interior. Sé que muchas de nosotras no tuvimos la niñez que hubiéramos querido, que existen heridas en nuestro interior que debemos sanar y no debemos dejar pasar por alto esto. Y en caso de que nuestra niñez hubiera sido muy hermosa, al pasar de los años sucedieron pérdidas o momentos dolorosos que nos fueron apagando y escondiendo a la niña..


Ella está en ti necesitando ser abrazada y amada, y sobre todo deseosa de volver a sentirse libre. Me gustaría que te preguntaras lo siguiente: A pesar de todo lo malo que he vivido ¿existe algo que me gustaba hacer de niña? ¿Qué cosas despertaban mi curiosidad? ¿Qué cosas me hacían reír y me llenaban de tanta felicidad?


Quiero compartir contigo un artículo que encontré sobre este tema. Es de Laia Cordón en su página Espai Vida, lo coloco de manera original sin edición desde su plataforma. Y es que nos muestra los beneficios y la importancia de sanar a nuestra niña interior. Espero te guste.

Descubre los beneficios que tiene sanar tu niña interior y cómo hacerlo. Ponernos en contacto con nuestra niña interior, recuperarla y nutrirla de amor y respeto es SANADOR para nuestras heridas emocionales, a partir de ese momento podemos hacer una transformación enorme.

Sanando a la niña interior tendrás una vida más plena




Nuestra niña interior, la pequeña que alguna vez fuimos, todavía vive en nosotras, contiene los patrones emocionales tanto positivos como negativos que hemos creado en nuestra infancia. Esa niña necesita ser vista, cuidada y escuchada.


Carga con las heridas y traumas pasados, de hecho, nos damos cuenta que sigue viviendo en nuestro interior porque esos patrones, esas emociones se presentan en nuestra vida adulta. Nos recuerdan que tenemos algo pendiente que sanar.


A menudo nos cuesta darnos cuenta de la conexión que tienen las vivencias que tenemos de adultos con las que hemos vivido en la infancia, sólo tienes que parar a observarte, puede ser el sentimiento de abandono, de no ser suficiente, las comparaciones…

¿Por qué debes cuidarla?

Para que seas una mujer con una buena salud emocional

Para que puedas vivir con mayor libertad

Empoderarte en tu vida es esencial que empieces a cuidar a tu niña interior.

3 claves para lograr sanar tu niña interior

1- Ten a tu niña presente, dedícale un espacio


Tu niña necesita poder confiar en ti para que pueda salir y aflorar todo lo que emerge en ella. Para ello debes dedicarle cada día un tiempo a tu niña, no hace falta que sea mucho, solo tienes que conectar contigo, con tu infancia, con esa niña que fuiste.

Puedes por ejemplo, hacer una meditación con visualización donde veas a tu niña y decirle “ahora te veo, te voy a cuidar a proteger y mimar.”

Puedes buscar una foto tuya de pequeña y colocarla en algún lugar donde la tengas que ver cada día. Puedes regalarte comer un helado y disfrutarlo, apuntarte a bailar o algún hobby que te guste, rías y disfrutes, dar un paseo soleado…y… ¡dedícaselo a tu niña! Acompaña y cuídala como la adulta que eres ahora.

2- Expresa y libera las emociones de tu niña interior


Es sanador dar un espacio para poder expresar y dejar ir todas las emociones que siente tu niña interior como tristeza, rabia, abuso, soledad…. Puedes escribir sobre cómo te has sentido y compartirlo con alguna amiga o realizar un acompañamiento terapéutico para que te ayuden durante el proceso.

Puede que en ese momento te venga el culpabilizar a tus padres. No caigas en ello, eso no te va a solucionar nada, tus padres también llevan a su niño herido y lo han hecho lo mejor que han sabido y podido. Es hora de responsabilizarte de tu felicidad, tomar conciencia de tus heridas y ver qué haces con eso.

3- Comprométete contigo y con tu niña interior


Sé un compromiso de ti misma contigo misma. Ahora ya eres adulta y no puedes cambiar las experiencias vividas o las cosas que te han herido pero puedes ver en ellas el trabajo interior y la fuerza que te han dado.


¡Recuerda!

– La actitud que tomes ante la vida depende de ti. Comprométete como adulta a cuidar de ti y de tu niña

¿Cómo? Respetándote, dándote momentos en los que disfrutes, cuidando de ti en la salud y diferentes espacios, permítete ser tú misma y aprende a poner límites de forma sana, no renuncies a tus sueños…

– Cuando nuestra niña interior sana, nosotras sanamos

El cambio es una puerta que solo puede abrirse desde dentro.


 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Instagram

©2020 por Mujeres al Viento.

bottom of page